Reseña: Ubú Forever. Versión libre de la trilogía de Alfred Jarry.
16, 17, 23 y 24 de Noviembre de 2017. Sala Jorge Díaz, CePIA
Por Mónica Miguel (monicamiguel.cba@gmail.com)
Imágenes: Muriel Bertolini Moura y Julia Barnes Gormaz (Equipo RDA-CePIA)
El pasado jueves 16 de noviembre en la sala Jorge Díaz del CePIA, tuvo lugar la primera de las cuatro funciones de la obra teatral "Ubú forever", versión libre de la trilogía de Alfred Jarry, que surge como trabajo final de la cátedra Producción III de la Licenciatura de Teatro de la UNC.
La obra, ganadora de la XVI Maratón de Teatro de la UNC y proyecto de producción seleccionado en convocatoria CePIABIERTO 2017, versionó el polémico y fascinante escrito del siglo XIX del dramaturgo francés, logrando filtrarse en los intersticios del presente.
Con la dirección actoral de Tomás Gianola y la puesta en escena del Grupo Panza, “Ubú Forever” contó con la interpretación de los actores: Candelaria Ciraolo, Isaías Charra, Mailén Muñoz, Joaquín Piumetti y Uriel Zader.
¡A matar!
A fuerza de asesinatos, Ubú logra acceder a la corona. Presionado abiertamente por su mujer, quien lo instiga a tomar el trono a cualquier precio, el desquiciado Ubú da rienda suelta a su brutalidad y logra proclamarse rey.
La obsesión por el poder, los excesos, las mentiras al pueblo, los desfalcos económicos, el ejercicio obsceno de la autoridad que provienen de personajes idiotas y hasta el límite absurdos, se van materializando a lo largo de la obra y nos interpelan hasta la actualidad.
El discurso político se resquebraja y reformula intentando compensar los desvaríos de los poderosos. Se aconseja al rey entrenar su capacidad de mentir al pueblo, tergiversar los hechos, atribuirse logros ajenos, concentrar en su persona todas las funciones del Estado hasta vaciarlo y escapar. La ironía se vuelve realidad: "No habrá más pobres porque los mataremos ¡A matar!" vocifera el infame Ubú.
La obra original de Alfred Jarry se estrena por primera vez en 1896 y lo que hoy, a primera vista se nos presenta absurdo y lejano, desfasado de la vida política del siglo XXI, empieza a acercarse a nuestras realidades desde su costado más brutal. Tal como anticipa el propio Jarry, “no hay nada tan joven como ciertas obras muy antiguas”.
La náusea y fin de fiesta
Ubú Forever es una parodia despiadada de las instituciones del estado. En el reinado de Ubú gobiernan la ambición, la lujuria y los excesos. Nobles y campesinos son abiertamente saqueados al grito de "¿Qué tienes para mí?". Nadie parece oponer resistencia alguna en la tierra donde el capricho es ley.
La lujuria y la fiesta de los poderosos llega a su punto más alto. Reyes y servidores se entregan a los excesos, pero todo empieza a agotarse y sobreviene un enorme vacío. Ubú dialoga consigo mismo, aprisionado, asqueado, hastiado de ese mundo que le resulta ya insoportable. Sus caprichos no encuentran límites ni resistencias. El monarca pide: "Quiero la luna", "que el sol se ponga por el este". Llega al extremo de la insatisfacción y de la náusea.
