Crónica: IV Jornadas De Análisis De Procesos Creativos En Artes Escénicas
22, 23 y 24 de Junio de 2016. CePIA – DocumentA/Escénicas
Por Rosina Lamberti (rosinitalamberti@gmail.com)
Imágenes: Christian Paleari y Marco Buontempo
El Grupo de Investigación en Artes Escénicas de la UNC* con pocos recursos económicos y una gran capacidad de gestión llevó adelante las “IV Jornadas de Análisis de Procesos Creativos en Artes Escénicas”.
Las Jornadas tienen su origen en el año 2010, en ese entonces su nombre era “Jornadas de Crítica Genética”. En el año 2012, con la intención de incorporar otros enfoques de análisis cambian su nombre a “Jornadas de Análisis de Procesos Creativos en Artes Escénicas”. Este año, el grupo, movilizado por una necesidad y responsabilidad en común, decidió llevarlas a cabo y retomarlas con el mismo nombre, pero con algunas algunas mutaciones. El grupo piensa que quizás, en otra ocasión, las Jornadas puedan expandirse más allá de las Artes Escénicas, involucrando las demás artes. A su vez, invitan a que grupos de otras universidades se las apropien y las lleven a cabo para que este espacio de reflexión siga circulando.
En esta ocasión, con el propósito de generar un espacio de diálogo entre producción / investigación, se invitó a referentes nacionales e internacionales, quienes desarrollan un trabajo estrechamente vinculado a los intereses del grupo y a los objetivos de las Jornadas.
Durante tres días, tanto en el CePIA como en la sala DocumentA/Escénicas, se presentaron distintos formatos de intercambio y participación: cuatro conferencias, dos charlas sobre procesos de creación, dos instancias de ensayos abiertos y desmontajes, se presentó un libro, y se programaron dos obras de teatro locales y una de la provincia de San Juan. Con la intención de empapar un poco más al lector de lo que sucedió, se despliega a continuación, un breve recorrido de las actividades que se llevaron a cabo en el CePIA.
/// Día uno ///
Luego de la antesala de acreditaciones y conversaciones con conocidos y desconocidos, se abrieron las puertas del auditorio del CePIA. En el escenario, nos esperaban cuatro de los integrantes del Grupo de Investigación en Artes Escénicas (UNC) y un quinto invitado Óscar Cornago (CSIC,España) que junto a su ganchillo -tejido a crochet- nos acompañaba desde España a través de Skype. El Grupo de Investigación hizo su presentación y saludó a todos los que colaboraron e hicieron posible estas Jornadas.
Un poco antes de las tres de la tarde se dio lugar a la siguiente instancia: una video-conferencia o “una conversación imposible”, tal como el invitado quiso nombrarla, y que llevaba por título “¿A qué estamos jugando?”.
Óscar Cornago nos manifestó sus expectativas respecto a que esta videoconferencia sea un espacio dinámico de intercambio, una conversación sobre los procesos creativos que nos permita encontrarnos. Para eso, nos propuso calentar las neuronas, conectarnos y conocernos con quienes teníamos sentados a nuestro lado, hablar de nuestras pre-ocupaciones distinguiendo entre las del pasado, las del presente y las del futuro. Luego, nos invitó a reflexionar sobre ¿Qué tienen que ver estas pre-ocupaciones con nuestras formas de trabajar, de entender, crear, investigar en el arte?
Óscar compartió algunas de las ideas con las que trabaja: El arte da respuestas diferentes a las que dan otros campos. El arte se puede entender como un espacio de producción colectiva de conocimiento a través de la práctica. Nos habló acerca de convertir el problema en una experiencia colectiva y que para eso el proceso de trabajo debe adecuar sus reglas. Se puede entender el espacio de creación como una forma de planteamiento de cuestiones en donde el ensayo se presenta como una instancia principal en el desarrollo del proceso.
También se refirió a la obra como un instrumento que puede tener mil formas y que permite dar respuesta al problema que se adopta como punto de partida, en donde el público, resituado en la obra, participa ayudando a resolver el problema.
Óscar finalizó su conferencia con un deseo de Jornadas lo más abiertas, contradictorias e imprevisibles que puedan ser.
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Siguió una charla sobre procesos creativos con Carolina Cismondi (UNC) y Martín Rosso (UNICEN)
Carolina Cismondi nos compartió su experiencia acerca de “mirar ensayos” de cuatro grupos referentes del teatro de Córdoba durante un periodo de 2007 a 2011.
Esta investigación surgió a partir de una motivación actoral asociada a entender cómo se construye un cuerpo ficcional. Decide entrar al ensayo, ver procesos de crear cuerpos escénicos, acceder no sólo a los discursos sino también a sus prácticas. Descubrió diferentes dinámicas de trabajo durante los ensayos, las cuales generan una poética particular en cada grupo.
En su intervención, Carolina subrayó la importancia de la dimensión grupal de lo creativo, para ella, son las personas las que hacen que empiece a funcionar, generan el deseo en cada ensayo. También habló de ciertas lógicas grupales que se dan en los ensayos, como por ejemplo, la territorialización/desterritorialización de los ensayos, las actividades que se hacen en el espacio, el vínculo que traza el grupo con su material escénico, la relación entre lo estructurado y el azar, destacando la manera en que aparece algo nuevo en el proceso con la incertidumbre, cuando la lógica de funcionamiento se rompe.
La charla continuó con Martín Rosso, quien nos habló acerca de un grupo de investigación que nace de ensuciar tres ámbitos universitarios diferentes: el docente, el artístico y la investigación y que se pregunta ¿Cómo reflexionar sobre la propia práctica, sistematizarla y escribirla?
Ellos entienden la investigación desde un pensamiento netamente práctico como algo abierto, algo que quizás sirve a un momento, a un solo proceso. El grupo intenta transmitir el propio pensamiento en movimiento, asumiendo que nunca se llega a verdades definitivas. Durante su proceso de investigación “roban” parte de la metodología de la crítica genética. A partir de allí se desprenden tres momentos que puede tener el proceso de investigación: saber qué se va a investigar; organizar, clasificar ordenar; y, por último, describir, interpretar y reflexionar sobre los datos que hay.
Martin hace hincapié en identificar lo posible y deseado de ser analizado. Existen tres aspectos que influyen en el proceso creativo desde donde se puede estudiar el contexto, la técnica y el artista. Reflexiona asimismo acerca de pensar en el conflicto, en los momentos que se desestabilizan. Detectar que nace un proceso creativo desde el primer día de ensayo y a partir de un conflicto.
También compartió su metodología actual para recolectar datos de trabajo. La misma consiste en la toma de notas inmediata al ensayo, luego, quizás unos días después, realizar una reflexión elaborada para en un tercer momento hacer una puesta en común con los demás integrantes del grupo.
Llegando al final de la charla, Martín nos propuso atender para entender el proceso creativo ¿en qué momento estamos cuando generamos un proceso creativo?
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Luego de un amigable recreo, se desarrolló en el Auditorio del CePIA la conferencia: “Una Práctica y una Poética” con Maricel Álvarez (Bs As), quien empezó diciendo que iba a presentar una conferencia que no sería una conferencia. En su lugar, realizó un recorrido artístico retrospectivo (1999-2016). Mediante imágenes, textos y palabras -llenas de agradecimiento y amabilidad- enseñó su trabajo y se presentó a sí misma como una artista que se define a través de su práctica. Considera que la noción de artista/persona es indivisible. El cuerpo es el territorio donde se libran todas las batallas.
Subrayó momentos bisagra en su obra. Pasos de una cosa a otra en los que fue transitando espacios deseantes, en dónde asumir diferentes roles la hizo dar saltos en su carrera. Puso en valor el poder trabajar con “carta blanca”, es decir, con total libertad para actuar.
Su trabajo lo desarrolla de manera autogestiva y también comisionada, presentándolo en diferentes ámbitos, tanto institucionales como independientes. Destacó lo enriquecedor-contaminador que puede ser el trabajo colaborativo a pesar del esfuerzo que requiere llevarlo a cabo, sumado a las potencialidades que se pueden encontrar en lo interdisciplinar.
Maricel, reflexionó también acerca de cómo el contexto afecta sensiblemente la experiencia. En sus obras busca tematizar problemáticas sociales y, generalmente, lo conceptual es la primera preocupación dentro de su proceso creativo. Luego establece un diálogo con lo sensible, lo intelectual, la experiencia y construye una narrativa, que muestra al espectador, buscando que decodifique y llegue al concepto planteado.
/// Dia dos ///
Al ritmo de la saya “Soy Caporal”, el grupo tucumano “Recovecos” y todos los que asistimos al ensayo de escena abierto en la Sala Jorge Díaz entramos en calor.
Desplegaron su práctica ante nosotros: bailes, música, iluminación, vestuario, escenografía, canto, imágenes, palabras, relatos de viajeros que pasaron por muchos lados y nos llevaron a muchas partes. Se apaga la luz y termina. Vimos un ensayo abierto de un proceso que aún no está cerrado pero sí bastante acabado.
Entre aplausos surge el desmontador: Martín Rosso, quien nos propuso una metodología de intercambio entre el público y el grupo para intentar hurgar el pensamiento de los artistas.
Es la primera dramaturgia colectiva que hacen. El proyecto se titula: “AMIAIRE”. Es una historia fragmentada que se construye mediante improvisaciones. En su indagación figura el Norte Argentino, la energía de los valles, viajes, comidas, sensaciones, objetos, Don Atahualpa Yupanqui, buscar la pura verdad.
Tienen una metodología dinámica para trabajar en el proceso que está organizada y abierta a recrear.
3 ensayos semanales, 5 días conectados por whatsapp, sesiones grupales, sesiones privadas.
El tiempo del ensayo está distribuido masomenos así: mate, impaciencia de algunos, relax de otros, análisis, pasada o media pasada o pasada y media de lo que van definiendo, análisis, limpieza y orden del espacio. Cada uno incorpora sus técnicas. No necesitan ponerse de acuerdo, largan. Destacan la conexión grupal permanente que modela su lenguaje propio y que se sostiene gracias a los años que llevan trabajando juntos. Se definen en un estado poroso, de apertura. cada uno con su instrumento, contaminandolo, confiando, entregando.
La materialidad escénica es propuesta e impuesta por todos. La directora cabalga sobre lo que los actores aportan, con su mirada de afuera selecciona, problematiza, ordena. Lo que producen lo filman, lo ven, lo charlan y deciden.
Les preocupa que haya vida. Reconocen que es un trabajo placentero y que a veces hay crisis. Hay momentos que no pasa nada y hay angustias al no tener un texto, un orden definitivo, un proceso cerrado. Definen el proceso como un viaje grupal, una investigación colectiva. Trabajan con el desapego en el proceso. Proponen probar, cambiar, mover aún inclusive una vez que la obra haya sido estrenada.
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Nos trasladamos al Auditorio del CePIA donde tuvo lugar la Conferencia “Dispositivos de percepción” de Guillermo Cacace (UNA, Bs As).
Para empezar a hablar de los procesos creativos el invitado nos pide entregarnos y soportar por un instante no saber a dónde vamos.
Pide mucho volumen y apagar la luz del auditorio. Empieza una cumbia: “Llevame contigo” de Los Palmeras. Detiene y vuelve a reproducir la cumbia algunas veces. A oscuras pregunta: ¿alguien se anima a subir? ¿alguien se anima a sacarla a bailar? una persona sube al escenario, lleva, llevame contigo, bailan dos, batimos palmas, suben más, bailan. Se armó una rueda del cumbión, lleva, llevame contigo, más risas, más bailes, más palmas. Termina la canción, hay alegría. Se proyectan imágenes y textos, nos reímos de nuevo y nos calmamos.
¿Qué es un director de teatro? Guillermo lee un texto largo, intenso, poético, que habla de las sensaciones que lo tocan como director. Nos dice que le gusta mucho hablar y nos pide que le hagamos preguntas, nos necesita.
Lleva adelante una militancia del cuerpo del director, busca salirse del rol estereotipado de director. Se presenta como un actor a cargo de la dirección, corporalmente disponible como director. Va sabiendo de la dirección mientras dirige. Utiliza una metodología estilo “Frankestein” a la hora de montar una obra. Menciona quiebres creativos y bisagras que atraviesan el proceso creativo. Destaca que trabaja co-creando con su equipo. Desde la dirección, brinda posibilidades de recorrer espacios conceptuales y racionales mediante dispositivos de percepción. Reflexiona que es necesario para pensar la cocina de las obras entender el diálogo entre lo vital y la creación.
/// Día tres ///
El tercer día en las Jornadas arrancó en La Sala Jorge Díaz con un ensayo abierto del grupo cordobés “Organización Q” y desmontaje a cargo de José Luis Valenzuela.
Ensayaron por primera vez con el texto “Woyzeck” de Georg Büchner. En el espacio había una mesa amplia, algunas sillas, dos intérpretes, el director y la asistenta de dirección. Primero los dos actores hicieron una lectura en voz alta del texto, después intercambiaron los personajes, leyeron de nuevo buscando oponerse a lo que hicieron. Llega un tercer intérprete. Mueven la mesa hacia atrás y después de un tiempo de nada dos actores empiezan a leer desde el fondo, mientras que el tercero parado frente al público resuena con lo que escucha. El director da otra consigna, cambian la dinámica, dos actores al frente resonando y uno al fondo leyendo. El director propone: no dejar ganar al realismo. Terminan.
Jose Luis Valenzuela aparece en escena, es el “devoludor” en esta ocasión. Se sentó junto al grupo y hablaron de desperdiciar el tiempo para acceder al texto, de cuerpos en resonancia, de una metodología inventada, configurada por la libertad de discusión. Mencionaron una ética de servidores con los objetos que manipulan, que les permite entenderlos y lograr que se expresen.
“Organización Q” pone en manifiesto que sostienen una ética grupal con respecto al teatro por sobre dominar una técnica. Buscan ser indisciplinados con la consigna, inventar lo diferente. Comparten intereses que se configuran fuera del horario de ensayo, forman entre todos un criterio de dirección, encarnado por el director. Existe un diseño de ensayo, con muchas opciones.
Cabalgan las contingencias. Resaltan la trayectoria del grupo y reconocen la importancia del amplio conocimiento que tienen de ellos mismos: se tienen las costillas contadas.
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Pasamos al Auditorio para la charla sobre procesos creativos que sería moderada por Daniela Martín (UNC, UNLaR). Las invitadas para hablar de la cocina de sus procesos fueron Guadalupe Suárez Jofré (UNLaR, UNSJ), Paula Tabachnik y Lihué Vizcaíno (Sede andina, UNRN).
Paula Tabachnik y Lihué Vizcaíno, fundadoras del grupo de Bariloche “Baco Compañía Teatral”, nos contaron acerca del trabajo que vienen desarrollando desde algunos años y cómo fue el proceso de creación de la obra “Crónicas de una caricia: apretar disimulando el silencio”.
Durante dos años ellas dos trabajaron a puertas cerradas hasta que tuvieron en claro la dinámica de grupo que querían formar. Luego convocaron a los actores y empezaron a trabajar durante un año y dos meses en lo que sería la obra. Trabajaron con una premisa: abordar lo siniestro. Improvisaron en base a las obras El Triciclo y Cementerio de Automóviles de Fernando Arrabal, artículos periodísticos sobre la realidad local y patagónica y observaciones en la vida cotidiana. Lihue, en el rol de directora y dramaturga, armó un primer montaje de la obra a partir del material que surgió de las improvisaciones. Lo hicieron y lo filmaron, luego, se hizo otra reescritura que los llevó al montaje final. Afrontaron una crisis grupal ligada a la reescritura, les parecía otra obra. Para enfrentarla, fue necesario confiar en que todo lo que estaba ahí salió de lo que ellos hicieron durante el proceso.
Sus líneas de investigación están vinculadas a entrenar técnicas actorales, físicas y vocales que generan una base creativa y que nutren el momento en el que el actor se encuentra con un texto a improvisar, a recrear. Buscan no naturalizar el contexto. Trabajan con una realidad dilatada que se diferencie de lo cotidiano.
Para cerrar, reconocieron una dificultad de dar cuenta de su proceso sin haberlo mostrado. Por eso, decidieron compartirnos un video de una escena generada en un ensayo, a partir de una realidad dilatada de un artículo de un diario. Posteriormente, mostraron una filmación del dia del estreno para que veamos como se reescribió esa misma escena.
El intercambio siguió con el relato de Guadalupe Suárez Jofré, directora del grupo “Ob Caenum”, de la Provincia de San Juan, que viene investigando desde el año 2009. Dentro de sus objetivos/características se mencionan trabajar intensamente, experimentar, buscar una dificultad, crear un saber, observar lo musical-sonoro de las obras, funcionar performáticamente.
El año pasado trabajaron con el texto “Medea” de Eurípides y crearon la obra llamada “Medea sé Sonal”, la cual fue presentada ante el público algunas horas después en la Sala Jorge Díaz, como última actividad programada en el marco de las Jornadas.
En relación al proceso, Guadalupe comentó que la reescritura escénica surgió de la indagación del grupo en torno a descubrir qué es el teatro griego para ellos y dónde les resonaba Medea. Destacan algunas de las decisiones que se tomaron: la reescritura del texto en verso, la idea del coro poco ortodoxo, diseñar una ordenación del movimiento que mantenga la estructura de la obra de Eurípides. La dirección y escenografía funciona como una carcasa para centrar el lugar de la mirada.
Guadalupe señala una intención con la sonoridad específica: decidir que Medea suene con sonidos que puedan hacer con la voz, con la fonación. Amplificación de la voz con aparatos.
Concluye en que el proceso concebido como una vivencia continua no una repetición sino algo que desafía cada vez.
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Con mucho orgullo y gran cariño se presentó la conferencia del invitado José Luis Valenzuela “Susurros en la cocina”. Quien conmovido por todas esas palabras empezó a hablar de que en este oficio uno busca volverse afectable.
En él conviven el físico-matemático con el que espía el teatro. Nos desplegó algunas semi-conclusiones entrecruzando lo que pasó en las jornadas con lo que el cree, asociándolo con Einstein, Maturana, Piscastor, Barba, Bacon, Lacan, Kantor, Barba, Genet y muchísimos más.
A Jose Luis le interesan los recursos para pensar. Trabajar con las muletas del pensamiento en donde uno se apoya: fórmulas, esquemas,diagramas.
Entiende que lo que le toca hacer laboralmente responde a demandas que quizás nunca hubieran surgido desde su propio interés. Se ha despojado de sus propias convicciones, los roles están desdibujados. Ha susurrado en diferentes cocinas de diferentes grupos de teatro “amateurs” o “profesionales” que hacen lo que pueden pero con constancia y muchas ganas.
Cree que la creación está relacionada a la presión que nos obliga a responder. Lo que nos lleva a actuar en algo, viene desde afuera.
Desde el rol de “devoludor” hay cosas que lo provocan, ve que el teatro sirve para algo vital, humano, palpitante. Busca no ser hiriente, encontrar en la devolución algo productivo sabiendo que lo que el otro quiere es una herramienta para continuar. Revisando su propia práctica encuentra que su metodología consiste en sentarse a ver la obra como cualquier espectador y alejarse de una mirada crítica analítica. Luego, confía en dormir y que la presión de dar cuenta de lo que ha visto va a llevarlo a descubrir, al otro día, el trazo que quedó flotando.
Él confía plenamente en esos trazos. En el teatro, la explicación está en estar en la obra, estar ahí mismo. Reflexiona acerca de que cuando el director mira despojado y se abre a los accidentes, encuentra el hallazgo. En el proceso creativo lo accidental puede ser una epifanía.
Destaca que cuando estamos creando siempre hay un desconcierto muy particular, un vértigo bastante interesante que obliga a responder. La provocación por crear se trata de que los cuerpos reaccionen.
Hace dibujos -matemas- en el pizarrón sin querer meternos en berenjenales. Quiere explicarnos que cuando creamos algo, creamos además un plus, un goce y de ese plus nadie es dueño, ni el amo ni el esclavo. Resalta que el goce, tanto para el actor como para el director, es inapresable.
José Luis expresa que le hubiera encantado seguir hablando de cosas que lo borbotan, pero el tiempo lo apura. Lo que si o si quiere decirnos para cerrar es que el diagrama es la huella de un acto y cree que tanto el “devoludor”, el director y el actor piensan diagramaticamente.
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Las “IV Jornadas de Análisis de Procesos Creativos en Artes Escénicas” finalizaron tras tres días de enriquecedores encuentros. Tengo la idea de que quienes asistimos nos fuimos con mas preguntas que respuestas, y eso está bien. No hay recetas ni respuestas únicas cuando hablamos de crear, afortunadamente los procesos creativos son únicos e inagotables.
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* El Grupo de Investigación en Artes Escénicas de la UNC está conformado por Cipriano Argüello Pitt (Director), Carolina Cismondi Duarte, Jazmín Sequeira, Daniela Martín, Fanny Cittadini, Verónica Aguada Bertea, Jorge Almuzara, Henry Mainardi y Pablo Huespe.