Reseña: Ensayo Abierto: Organización Q. IV Jornadas de Análisis de Procesos Creativos en Artes Escénicas
24 de junio 2016, Sala Jorge Díaz, CePIA

Por Mercedes Noguera (mercedes.noguera@gmail.com)
Imágenes: Christian Paleari y Marco Buontempo

Primer ensayo del grupo con el texto “Woyzeck”, obra teatral escrita por Georg Büchner. Desmontaje de la sesión a cargo de José Luis Valenzuela. 

“Si el ensayo está demasiado programado me pierdo de ver lo que pasa. La discusión se va a plantear sobre la tela del ensayo”
​Luciano Delprato

“Uno entra indevidamente a espiar un proceso ajeno”, expresa Valenzuela y apunta al espectador que no olvidará ciertas cosas que vivió es decir “las marcas; esa cosa viva que sucede en el teatro y que uno se lleva para siempre”.

Consigna: "Lectura en voz alta". 

"¿Sin didascalias?" -preguntan los actores.
"Sin didascalias por favor" -apunta el director.
Delprato es el director del grupo; se dá vuelta y solo escucha.
Leopoldo Cáceres y Rafael Rodriguez tienen en sus manos una escena para jugar. Según Delprato, "no encontramos otra manera de hacerlo más que desperdiciando el tiempo; acceder (al texto) por una vía extraña”.
María Paula Delprato participa de la sesión con sus apuntes y su presencia particular.
Las palabras que importan son las que hagan sonreír a cada actor-lector mientras realiza un primer viaje por el texto; según Delprato “esto es lo que se va a actuar después”.
El trabajo se desarrolla frente al público. El espacio teatral está organizado alrededor de una amplia mesa. Hay un muñeco. Lo que vendrá es una sucesión de escenas “sin órgano”. En palabras de Jose Luis Valenzuela “nada cumple una función establecida”.

Consigna: “Inviertan los personajes” 

"Tratar de oponerse a lo que les parece que el otro le hizo al personaje" – indica el director.
Llega Marcos Cáceres, quien completa el trío actoral.

Consigna: "Marcos va a bailar lo que ustedes canten". 

La letra, el sonido como un disparo de afección.
José Luis Valenzuela nombra el cuerpo del actor bailarín como un cuerpo de resonancia, que danzará una respuesta física vivencial no funcional.
"¿Bailo lo que dice o bailo cómo lo dice…?" -pregunta el actor al director.

Consigna: "Armar la escena". 

Ahora es Marcos quien lee una réplica del texto y la traduce. Invierten los lugares…
"¿Realista?" -pregunta uno de los actores.
"No, lo que se actúa es lo que suena" -indica Valenzuela.
“Es hermoso lo que pasa cuando uno se sale del realismo” y hace referencia al año 1940 y al Expresionismo.
Luciano Delprato concluye el tiempo de ensayo anunciando: “esto podría seguir… podriamos seguir perdiendo el tiempo para poder recavar pequeñas pepitas de oro”.
El trabajo fue despersonalizar al personaje. El director asegura, ”nos interesa como carnada más que como el pez que estamos queriendo pescar”.
José Luis Valenzuela advierte que la Organización Q está “inventando metodología” y Luciano Delprato asegura, “ nosotros reivindicamos mucho un saber hacer NADA. Nuestro trabajo tiene mas que ver con la ética que con la técnica”.
Valenzuela expresa cómplice: “Habrán notado el trabajo sobre el malentendido".
"Y los hace reír a ustedes… esa reaccion fisica visceral”, algo que Luciano Delprato denomina “una practica de la libertad, la intencion de la diferencia”.
Sentados en el auditorio de la Sala Jorge Díaz, del CePIA, somos testigos de que la Organización Q no está preocupada por las elocuencias. El director explica que “como son elocuencias se defienden solas”. Lo que va a predominar es la búsqueda actoral de “otras cosas que no son legales”. El objetivo es  “acceder al mercado negro de los materiales”.
Nos vamos con la pregunta, con la respuesta ¿Cómo aportan los actores al Proceso Creativo? El actor aporta actuando… no es un aporte, es la obra.