Reseña: El diálogo en práctica: búsquedas e interrogantes sobre la actividad cinematográfica :: Charla “Descifrar las imágenes: apuntes para repensar los recorridos de producción y distribución” con Juan Maristany e Iván Zgaib
16 de junio 2016, Auditorio, CePIA.
Por Leonardo Corzo (leonardocorzo91@gmail.com)
Imágenes: Marco Buontempo
Tal vez una flecha de utilería, que atraviesa el pecho de un orco sin poder derribarlo. O tal vez los planos perfectamente centrados de Wes Anderson. Pueden ser los abdominales marcados de Fassbender, la tracción en la mirada de Eva Green o la composición pictórica en las películas de Tarkovsky. El perro más feo del cine argentino en Historias Mínimas. La canción de The Pixies al final de El Club de la Pelea, con todos los edificios derrumbándose en el fondo, o la ternura que provocan los gestos de Audrey Tautou en las películas de Jean Pierre Jeunet, pero al final, resulta que Darth Vader era en realidad su padre y que el formato audiovisual que mayormente se consume en la actualidad son los videos cortos.
Los conceptos, las imágenes y los momentos que vienen a la mente cuando se piensa en el cine se precipitan como una avalancha incontenible, sin diferenciar naturaleza ni procedencias. El cine tiene la propiedad de ser muchos, sin dejar de ser uno solo, y la realización audiovisual es todas esas cosas, sin dejar de ser tantas otras. Para aquellos picados por el bichito de las imágenes en movimiento, discernir los elementos y los procesos que pululan esa vorágine pasa a ser una cuestión ineludible. Bienaventurados quienes se embarquen en tan noble propósito, más deben ser advertidos, encontrarán a su paso preguntas sin nombre, laberintos indescifrables y el constante movimiento de un mecanismo oculto en la niebla.
Para traer un poco de orden al caos, comencemos con definir dos momentos de gran importancia, pero que suelen ser ignorados en el imaginario cotidiano sobre el mundo del cine. La producción y la distribución son dos procesos esenciales sin los cuales las películas no podrían ser vistas por el público o directamente no podrían hacerse, pero que, sin embargo, permanecen tras una cortina metálica que les otorga un aspecto esotérico y distante. En el marco de la charla “Descifrar las imágenes: Apuntes para repensar los recorridos de produccion y distribucion”, Ivan Zgaib y Juan Maristany, integrantes de la productora cordobesa, Cine El Calefón, hicieron un recorrido por su labor en el campo cinematográfico local e internacional para ayudarnos a desnudar la maquinaria y brindarnos algunas pistas para entender el movimiento de sus engranajes.
Motivaciones
“Nuestra principal motivación es hacer buen cine y que ese buen cine sea visto”.
La frase de Juan Maristany a propósito de El Calefón, contiene el germen de la producción audiovisual en el empuje por conferir materialidad a las ideas, y la fuerza motriz que explota el área de distribución, en la búsqueda de la consumación del acto comunicativo que es el encuentro con el público. Para cumplir con esta máxima, los integrantes del colectivo cinematográfico hacen un esfuerzo patente por profesionalizar las prácticas buscando en cada proyecto, atender el tratamiento artístico de la idea a medida que esta se desenvuelve por el camino de su realización.
“De las artes, el cine es una de las que mayores posibilidades tiene de producirse de forma industrial, porque implica movilizar una gran cantidad de personal y de recursos, a la vez que existen oportunidades de conseguir fondos económicos para poder llevar a cabo la producción de esa obra de forma profesional… Encarar la producción de un película de forma industrial te permite en la mayoría de los casos acceder a un mayor público… Pero no siempre tener más plata significa tener mayores posibilidades creativas” Comentaba Maristany en la charla brindada en el auditorio del CePIA.
Comúnmente se relaciona la producción cinematográfica con el acopio de recursos para hacer posible la realización de la película, y en un nivel superficial, esa concepción es acertada. La idea de que el dinero se intercambia por productos y servicios es tan simple que si no se tiene cuidado, puede llegar a crecer hasta dominarlo todo. Desde El Calefón, sin embargo, los años de trabajo han decantado en una mirada más compleja. Como afirmaba Maristany sobre el trabajo de la productora “Nosotros generamos un compromiso con la idea, advertimos cuales son sus necesidades y a partir de eso pensamos el diseño de producción en base a las necesidades artísticas que tenga cada película…Como productores elegimos resguardar la calidad artística de la película ante el proceso de industrialización”.
Provocaciones
Según Ivan Zgaib “La distribución es hoy en dia el gran desafío del cine argentino… cada vez hay más producción nacional e independiente pero al mismo tiempo, a las películas les cuesta cada vez más llegar al público… Los grandes tanques cinematográficos acaparan las pantallas y a los pequeños distribuidores les cuesta encontrar espacios”.
Los ejemplos que hablan sobre la profesionalización a la que apuntan los integrantes de El Calefón, son concretos, están a la vista y echan luz sobre una forma de encarar esta problemática. Con su último lanzamiento, el documental Nosotras . Ellas de la directora Julia Pesce, lograron estrenar a sala llena en el Centro Cultural Córdoba, entrevistas con medios de comunicación de renombre, el reconocimiento de la crítica y un recorrido muy interesante por festivales internacionales, entre otras cosas.
La trayectoria mencionada se hace posible gracias al aceitado funcionamiento del área de distribución. Un resultado que según comentaban Juan e Iván, fueron explorando como respuesta a las necesidades que se presentaban al momento de visibilizar sus obras. Dejando de lado la más extendida idea de que la distribución es el momento que sigue a la postproducción, desde la productora entienden que la distribución es algo que está presente desde el desarrollo de la idea de la película y es una tarea en vinculación permanente con el resto de las áreas. El resultado de la mirada que propone El Calefón es un proceso de trabajo orgánico, una forma de desarrollar las ideas acompañandolas a través del trabajo en equipo. Un tratamiento artesanal con resultados plenamente industriales.