Por Carla Romagnoli (cbromagnoli@gmail.com)
Imágenes: Gabriela San Martín (Equipo RDA-CePIA)
En el marco de las XXI Jornadas de Investigación en Artes, se presentó en la sala Jorge Díaz del CePIA la mesa Estudios sobre percepción y visión, coordinada por la Mgter. Adriana Miranda; que contó con las ponencias de la Téc. Ana Laura Badini, el Lic. Juan Manuel Fernández, la Prof. Vera Paula Menichetti y el Mgter. Sergio Yonahara.
En la primera ponencia, denominada Dispositivo para analizar la percepción temporal de una obra, Ana Laura Badini junto a Juan Manuel Fernández y Vera Paula Menichetti, compartieron algunas reflexiones surgidas del proyecto de investigación La dimensión temporal en obras cinéticas. Ilusión y recursos ampliados en un tiempo virtual, dirigido por Magalí Vaca y Gustavo Alcaraz.
La misma comenzó con la proyección del tráiler de El artista (2009), película argentina de Mariano Cohn y Gastón Duprat. En los pocos minutos que dura, podemos ver a un hombre, en primerísimo primer plano sobre un fondo de poca profundidad de campo, luego cómo este camina por un pasillo y en otras escenas lo vemos siendo entrevistado por diferentes sujetos. Todas las acciones van acompañadas de una música ligera de fondo, como de cajita musical, con algunas leves variaciones o saltos que van marcando el ritmo de la narración.
Pasados los pocos minutos que duró la proyección, los disertantes expusieron sus pensamientos en torno a la problemática del tiempo en este tipo de obras audiovisuales. Primero, al ser el tiempo una dimensión intangible, se preguntaron de qué manera podían aprehender ese objeto de estudio para lo cual desarrollaron un dispositivo al que denominaron “plastiline” (por la conjunción de las palabras plastilina y línea) que consistió, a grandes rasgos, en un mapa hecho con “rollitos” de plastilina de distintos colores. Con el mismo, lograron un registro tanto de aquellos estímulos que atienden a cuestiones meramente perceptivas (diferentes en cada individuo), como de aquellos recursos tecnológicos que orientan a las posibles interpretaciones de la obra, poniendo especial énfasis en el sonido.
En conclusión, lo que percibimos en una obra audiovisual, afirman, es en función de “un mapa socio cognitivo que enriquece la percepción o el relato de la película”. El autor se basa en ciertos conocimientos técnicos y los aplica en función del tiempo del relato, pero dependiendo de ese “bagaje cultural”, los sujetos percibirán e interpretarán el tiempo de la narración de una manera u otra.
Concluida la primera ponencia, se dio lugar a la segunda titulada De la ratio facilis a la ratio difficilis (1): Notas sobre los sistemas de representación gráfica desde las teorías de la visión, a cargo del profesor Sergio Yonahara. La misma se enmarca en un proyecto de investigación, actualmente en curso, de la cátedra de Visión I del Profesorado y Licenciatura en Artes Visuales, dirigido por Fernando Fraenza y María Alejandra Perié. Esta investigación pretende problematizar la visión en diferentes ámbitos y circunstancias, especialmente en el de las artes visuales y el diseño.
La pregunta disparadora que hace Yonahara es: “¿cómo analizamos lo que vemos?”. A lo que responde: “mediante sistemas de representación”. Aprendemos “técnicas para la representación tridimensional de las cosas en un plano bidimensional [que son] las proyecciones ortogonales y en perspectiva”. Las primeras, agrega, son aquellas representaciones “medidas, mesuradas, centradas en los objetos mismos” o “lo que conocemos como modelos 3D” que, a su vez, quedan grabados en la memoria a largo plazo. Las proyecciones en perspectiva, en cambio, son aquellas representaciones de “las apariencias de lo que puede ser visto, y están centradas en el punto de vista del observador”. Al mismo tiempo, señala, estos sistemas de representación configuran un “signo” (al igual que las obras de arte) porque son instrumentos que nos permiten transmitir algún tipo de información. Entonces surge la pregunta de cómo se construyen los signos (cualquiera que sea): estableciendo relación entre una unidad de “expresión” y una unidad de “contenido”. “La producción de un signo perteneciente a un sistema establecido […] es la creación de un espécimen que concuerda con su tipo. Dicha relación con el tipo puede establecerse de dos maneras: ratio facilis y ratio difficilis” (2). En pocas palabras, estas categorías nos ayudarían a llegar al terreno de la significación del arte desde lo cultural (ratio facilis) y desde el orden de la percepción (ratio difficilis).
La mesa se cerró con una puesta en común entre ambas ponencias. Dispositivo para analizar la percepción temporal de una obra, puso en relieve que, más allá de la resignificación que puedan hacer las nuevas tecnologías en función de la percepción del tiempo, la misma está dada por una cuestión socio cultural, por todo lo que conocemos previamente mientras que, en De la ratio facilis a la ratio difficilis… se postuló que los signos no sólo circulan en la cultura sino también se encuentran en la “realidad real”, en el medio. Citando a Yonahara nuevamente: “la profundidad espacial se aprende antes que el lenguaje; los niños son capaces de codificar el espacio”, por ende también existe una cuestión fisiológica que subyace al acto de ver.
Notas:
(1) Términos acuñados por Umberto Eco en su libro Tratado de semiótica general (1975).
(2) Consultado en http://artes.unc.edu.ar/files/Res%C3%BAmenes-de-Proyectos-2016-2017-1.pdf 18/09/2017