Lo perfomático en Córdoba. Prácticas y fronteras entre el teatro, la danza y la performace contemporáneas.


Director/a: Adrián Pablo Andrada

Integrantes: Marcos Daniel Cáceres, María Paula Del Prato, María del Carmen Cabezas

Palabras clave: arte performatico, teoría del arte, creación artística, estética.

 

El presente proyecto de investigación se propone explorar rasgos distintivos de la práctica performática de la ciudad de Córdoba, deteniéndose en particular en las fronteras que ésta comparte con otras disciplinas artísticas como el teatro y la danza contemporánea. Consideramos que el estudio de la performance, en tanto práctica que busca la reflexión sobre la condición del ser humano por medio de la problematización fáctica del cuerpo, el tiempo, la interrelación entre los lenguajes artísticos, etc.; exige un pensamiento analítico que no separe lo inteligible de lo sensible. Alicia Entel explica que dicha división jerarquiza lo inteligible (aquello asociado con la civilización, lo material), por sobre lo sensible (lo que se percibe vinculado al mundo de lo espiritual). Dicotomía que quita lo sensible de toda la densidad material y a lo inteligible su corporeidad (Entel, 2008).

Creemos que estas mismas afirmaciones serían válidas para otras disciplinas artísticas contemporáneas que logran transgredir con firmeza los límites de su propio género. A este respecto, la diferenciación entre pérformance y performatividad (Lehmman, 2013), nos permite adentrarnos en un territorio fértil para la conceptualización del campo de las artes escénicas contemporáneas. Este es el punto de inflexión en donde las tres zonas artísticas antes mencionadas (performance, teatro y danza contemporánea) se articulan.

Considerando lo expuesto, entendemos sería imperativo dar cuenta de estas práctica artísticas como una manera de comprender en profundidad el entramado de la producción artística de nuestra ciudad hoy.

La performance como práctica artística desde sus inicios ha planteado desafíos para su conceptualización y caracterización, Córdoba no se encuentra por fuera de esta problemática.

No obstante, es posible distinguir tres grandes ejes de análisis que abordan a la performance, los cuales no son excluyentes y sirven mayormente a fines expositivos, cada uno de ellos centrados en lo sociológico, lo antropológico y lo estético.

a) Autores que se focalizan en la dimensión sociológica. Entre éstos encuentran Marvin Carlson o Bartolomé Ferrando. Carlson advierte la dificultad de definir la performance, al punto, que como también lo consideran Diana Taylor y Richard Schechner, es un término de múltiple significación, ya que puede referirse tanto a un evento deportivo, a negocios o a uno artístico. Para el autor la performance (o como la denomina él: arte realizativa) sería una práctica típicamente moderna debido a la idea de representación que conlleva, los elementos reflexivos en relación a la composición y la relevancia otorgada a la inscripción social del arte. Así considera que la performance se caracteriza por una doble conciencia de la acción: por un lado, el autoconocimiento de realizar un comportamiento (praxis), que a su vez es autoconsciencia de que cada sujeto está inscripto en una cultura y sus acciones tienen una tradición y un significado en ese marco. Y por otro lado, la otra forma de consciencia, se refiere a que la acción se realizará para alguien, incluso esa representación del otro está presente al momento de pensar la acción, si bien es un punto que otras prácticas artísticas lo tematizan, en la performance se hace explícito. Bartolomé Ferrando, también advierte sobre la participación del otro (el espectador) como uno de los elementos destacados de la sintaxis de la performance. Para el autor la performance, por medio de la fusión de lenguajes artísticos, busca una participación activa (más que la participación teatral clásica), ya sea interacción y/o desplazamiento mental. Para Ferrando la performance más que una idea cerrada es un proceso de producción donde se implican lo aprendido en las artes, la vida cotidiana, los objetos, el público, etc.

b) Autores que se focalizan en la dimensión sociológica. Aquí se aborda lo performático poniendo el acento en una metodología de análisis de acciones cotidianas aprehendidas y repetida, en la que podríamos ubicar a la performance. Richard Schechner, plantea la distinción entre es y como performance. “Algo ‘es’ una representación cuando el contexto social e histórico, la convención, el uso y la tradición dicen que es” (Schechner 2012:74). El ‘como’ es la forma en que un suceso o acción puede ser estudiada, ya que entiende a la performance –y otros eventos de la vida cotidiana también- como “conducta restaurada”, esto es acciones en ejecución que ya fueron realizadas. La conducta restaurada es la versión de algo, compuesta de fragmentos de comportamientos organizados de una determinada manera; “significa nunca por primera vez, siempre por segunda o enésima vez: conducta dos veces realizada” (Schechner 2012:71). Por esta razón, el autor comienza su definición diciendo que una performance es cuando socialmente es reconocida como tal (‘es’). Dice: “Tratar cualquier objeto, obra o producto “como” representación significa investigar qué hace el objeto, cómo interactúa con otros objetos u otros seres. Las representaciones existen sólo como acciones, interacciones y relaciones.” (Schechner 2012:62).

c) Autores que se focalizan en la dimensión estética. En este eje se encuentran los análisis Erika Fischer-Lichte y Clemente Padín. Fischer-Lichte propone una estética de lo performativo, ya que la performance plantea un desajuste en la distinción tradicional entre estética de la producción, de la obra y de la recepción; en el acontecimiento están todos involucrados. Como tal, requiere de un análisis que además de considerar los elementos de la obra y/o sus signicidades, se haga énfasis en la experiencia tanto del o la artista como de los espectadores, en palabras de Fischer: “… se trata de la transformación de quienes participaron en la performance” (Fischer-Lichte 2011:32). Padín por su parte dirime el conflicto que existe entre una práctica artística y una manifestación político social; el autor se pregunta “¿cuál es la función que predomina sobre los demás –elementos de la obra de arte-? Si predomina la función poética (al decir de Jacobson) o la función retórica, es arte.” (Padín 2005:21). El autor además en el capítulo hace hincapié en la participación del espectador, como elemento principal y característico de esta práctica artística.

Nuestra mirada toma como punto de partida estos tres ejes y busca interrelacionarlos para una comprensión integral de las artes escénicas cordobesas, ya que entendemos todas las dimensiones antes señaladas se encuentran presentes en las producciones que son objeto de esta investigación.

Planteo y delimitación del problema:

Sustentados sobre la base de lo hasta aquí expuesto, nos preguntamos cuáles son los rasgos característicos que definen a la práctica performática en la ciudad de Córdoba, atendiendo particularmente a las articulaciones que esta disciplina posee con la danza contemporánea y el teatro. De este modo, entendemos que la distinción entre “perfomance” y “performativida” (Lehmman, 2013) es un punto de partida destacado para poder describir las fronteras entre las disciplinas artísticas antes mencionadas, y así comprender en profundidad los derroteros estéticos de las artes escénicas cordobesas contemporáneas.