Trabajo Final de Mara Faustini
Licenciatura en Artes Visuales

Asesora: Lic. Celia Marco del Pont

Propuesta visual surgida a partir de la experiencia en el Movimiento Sin Tierra (en Itacurubi – Rio Grande Do Sur, Brasil) y en los Caracoles Zapatistas (en Morelia y Chiapas, México), buscando rescatar el arraigo territorial recorrido por estos movimientos en sus geografías, territorios y espacios autogestionados, la revalorización que proponen de su cultura de resistencia y la afirmación de sus pueblos.

Inauguración: 
15 de diciembre 2016, 18hs.

Visitas: 
15 al 21 de diciembre, de 10hs a 13hs.

Sala de Exposiciones, CePIA

Asentamiento es una experiencia realizada en dos etapas. En un primer momento, conviviendo en un asentamiento del movimiento MST en Itacurubi (estado de Rio Grande Do Sur, Brasil, 2011) durante dos semanas. En una segunda etapa, en un caracol zapatista en Morelia-Chiapas (México, 2013). De manera autogestiva y gracias al intercambio de experiencias entre organizaciones sociales, se ensayó una serie de tomas fotográficas de registro, como testimonio de las vivencias cotidianas en dichas construcciones políticas-sociales, anotaciones en un libro de viaje, y apuntes de las explicaciones, relatos y comentarios de los protagonistas. Lo que motiva la búsqueda de esta obra, es registrar las historias cotidianas en el marco de construcciones sociales colectivas. Un eje de esta producción es pensar la otredad como expresión de poder a la cultura dominante, sectores que se constituyen como una fuerza política en tensión con sus gobiernos nacionales y concentraciones económicas. Surge la necesidad de una observación minuciosa de estas propuestas, de sus particularidades y de aportar desde una perspectiva artística a la sistematización de las experiencias del campo popular.

La obra  responde a una búsqueda gráfica. Se desenvuelve entre la fotografía y la serigrafía, teniendo como punto de partida imágenes narrativas de la construcción cotidiana de los movimientos sociales y los modos de participación que allí se plantean.

Se realizó un registro de la propuesta asamblearia que llevaron a cabo los integrantes allí reunidos, donde discutían qué producir, por qué y para quién; en paralelo se desarrollaba el juego de los hijos de los asambleístas, posando con los frutos de esa tierra y esa organización colectiva. En la asamblea se establece como objetivo, una construcción política emancipadora, que colisiona con el agro negocio en su región y el sistema de producción, que oprime a los pequeños productores, defendiendo el derecho a la tierra, a la biodiversidad, a la auto organización y a la alimentación sin agro tóxicos. Llevando a cabo en las prácticas cotidianas, la reivindicación de la cultura campesina, generando conciencia entre sus integrantes y en el resto de la sociedad.

Esta obra está conformada finalmente por dos series de serigrafías y unos cuadernillos de registro de viaje, testimonio de algunos aspectos de esos territorios de resistencia contemporáneos, que se permiten diariamente, participar del hecho creativo de repensar la realidad e intentar modificarla.