Reseña: Foro “Hacia nuevos horizontes para la investigación coral interdisciplinaria en córdoba”.
Lunes 5 de septiembre de 2016, 19hs. Auditorio CePIA.
Por Mercedes Noguera (mercedes.noguera@gmail.com)
Imágenes de Marco Buontempo
Durante este Foro sobre investigación coral, distintos investigadores expusieron y debatieron sobre su experiencia como integrantes de un grupo de investigación.
El texto a continuación pretende documentar las primeras conclusiones sobre las preguntas planteadas en este encuentro: ¿Qué vamos a investigar? ¿Cómo? y ¿Para qué?.
El profesor Santiago Ruiz, Director del proyecto de investigación CePIABIERTO 2015 “Diferencias posibles en el rendimiento y entrenamiento auditivo según el registro vocal” afirma al comenzar su exposición que “la práctica coral en general no necesita presentaciones. Todo el mundo sabe o intuye lo que es un coro o es algo que forma parte de su ideario, desde el vocabulario al menos”.
¿Qué es lo que se puede investigar en arte? Siendo el arte musical en general y el arte coral en particular algo tan dinámico; algo que existe más allá del tiempo. Siendo enorme la diversidad de coros, de repertorios, y de posibilidades de abordaje. ¿Qué es lo que se puede investigar de eso?
El equipo de este proyecto, integrado también por el Lic. Leandro Andrés Flores, la Lic. Valeria Inés Pereyra, Juan Martín Álvarez, y Romina Lorena Méndez, se propuso indagar sobre la actividad coral en relación a otra disciplina de la música: la audioperceptiva.
¿Proyecto de Producción o de Investigación?
En la exposición de Santiago Ruiz se plantea la primer gran disyuntiva al abordar este objeto de estudio: “Decidir; teniendo en cuenta que la tarea de los artistas tiene que ver mucho más con la producción que con la investigación. Por lo que pareciese ser más fácil elaborar un método y publicarlo (sin saber si ese método tiene un basamento científico). En nuestra área puntualmente ocurren esas cosas”.
El grupo decidió empezar el camino por la necesidad de enfocarse en la actividad coral y descubrir (tal vez en base más de los errores que de los aciertos) cuáles eran los factores científicamente comprobables.
Clasificación vocal en lugar de Registro vocal.
Al referirse al primer título del trabajo “Diferencias posibles en el rendimiento y entrenamiento auditivo según el registro vocal” Ruiz comentó que hoy lo cambiarían y pondrían “según la clasificación vocal” a causa de las reflexiones junto a la Lic. Valeria Inés Pereyra, fonoaudióloga participante del equipo.
El proyecto tenía estas preguntas iniciales:
¿Existen diferencias en la percepción auditiva de acuerdo a las diversas destrezas y competencias retenidas en el canto coral? Es decir, ¿escucha distinto a nivel general un percusionista, un guitarrista, un pianista un cantante y, a su vez, específicamente un cantante de coro? ¿Escucha de alguna manera distinta o no?
La hipótesis del grupo es que evidentemente sí, pero querían encontrar algún instrumento que les permitiera comprobar de qué manera escuchan diferente.
¿Es posible que las capacidades y habilidades de percepción auditiva están condicionadas por el rol vocal que ejerce el artista dentro del coro?
Ruiz explicó que “en la respuesta salen a jugar cuestionamientos importantes por la riqueza interdisciplinaria. El director de coro tiene una hipótesis, pero tiene también esa necesidad de enriquecerse. Particularmente en nuestro medio, por más que estemos formados de diversas maneras, siempre nos sentimos bastante solos en la tarea de resolver los problemas. Los directores de coros amateurs habitualmente somos arregladores, elegimos el repertorio y damos la parte vocal porque no tenemos un preparador o a veces no tenemos pianista por acompañante. Por eso hacemos las veces de todo eso al mismo tiempo”.
El objetivo ideal a futuro, era saber si es posible elaborar una ejercitación complementaria específica para los cantantes; de manera que optimicen su rendimiento de acuerdo a los requerimientos de su función vocal y a su vez fortalezcan otras áreas de su audiopercepción (que por su competencia en el trabajo coral no desarrollen naturalmente).
El proceso de investigación.
Ruiz expuso también los pasos que recorrieron durante su proceso particular. “Buscamos mucho material y leímos lo que pudimos y cada uno desde su área. Nos dimos cuenta que una buena razón para seguir investigando era que no encontrábamos. Ahí aprendimos también que los cronogramas de los proyectos de investigación son muy tiranos y que son difíciles de cumplir. Lo aprendimos cuando nos dimos cuenta que podríamos haber pasado todo un proyecto leyendo textos o investigando sobre textos”.
El paso siguiente fue observar ensayos correspondientes al coro de la Facultad de Artes, La cantoría de la Merced y el coro de la Facultad de Psicología.
El proceso más difícil fue idear una prueba. Ruiz explica “Necesitábamos evaluar individualmente a cada contralto, soprano, tenor y bajo en una condición que fuera mas o menos coral. Se invitó a los coros al CePIA. Los integrantes del equipo de investigación ofrecían a los coreutas micro talleres sobre Audioperceptiva, sobre Técnica Vocal y sobre Canto. Los cantantes deberían escuchar ”Melodía en La” de Astor Piazzolla y luego cantarla tres veces “acompañados” por un coro virtual de voces secuenciadas con un timbre bastante parecido al de una voz humana pero era una grabación digital.
Tenían opción de leer la partitura.
Documentamos la experiencia para luego poder tabular los resultados en una humilde estadística que pudimos generar”
Aportes de Fonoaudiología.
En su disertación, la Licenciada Valeria Inés Pereyra comentó que participó del proyecto desde la premisa personal: “Vamos, nos arriesgamos y empecemos”. Le pareció muy enriquecedor trabajar en interdisciplina.
Durante el proceso, fue fundamental el encuentro, en Chile, con una médica Belga que se dedica a investigar cómo responde el cerebro ante la emisión de determinados sonidos.
Valeria Pereyra le planteó al equipo sumar, a la prueba que realizaría cada coreuta, dos sencillos ejercicios:
Contar del uno al diez en su voz habitual para determinar las zonas normales de voz hablada para la mujer y para el hombre;
y realizar un glissando desde lo más grave que pueda hasta lo más agudo para evaluar los pasajes de los cantantes.
Pereyra compartió también con el público la reflexión personal acerca de la rigidez de la investigación en Ciencias Médicas y la valoración del espacio de las Artes que resulta más flexible y, no por eso, menos serio.
Treinta y nueve voces evaluadas.
El turno del Licenciado Leandro Andrés Flores fue presentar las grillas de los resultados de las pruebas tomadas para las sopranos, las contraltos, los tenores, y los bajos, con el objetivo de demostrar los hallazgos de la investigación. Los promedios se organizaron en un sencillo gráfico que permite realizar profundos e interesantes análisis.
Asociación de Directores de la República Argentina. ADICORA.
Cristina Gallo, como representante de la filial Córdoba de ADICORA (auspiciante del Foro), felicitó al equipo por el trabajo y el aporte a la investigación de música coral. Comentó acerca de la posibilidad de promocionar la escritura de artículos, a través de la revista anual que publica la asociación. Invitó a continuar, en una segunda parte quizá, la línea de investigación que plantean los protagonistas del Foro.
Compartió su experiencia transdisciplinar en la Universidad Nacional de Villa María y destacó que “en el caso del canto, la práctica coral y la dirección coral realmente sucede que las disciplinas se nutren y se necesitan tanto que se funden en un nuevo lenguaje”.
Una gran experiencia.
Ruíz se refirió al “aprendizaje y la posibilidad de desarrollar en el CePIA, en el marco de la universidad pública, este primer paso de la investigación coral.Es muy oportuno e importante abrir el juego para que sea un hábito la investigación coral, para que todos los temas que terminamos resolviendo (…) de manera empírica, puedan ser investigados científicamente o, al menos, de manera cada vez más profunda. Estas son nuestras conclusiones limitadas pero sinceras”.