Gabinete iconoclasta. ¿Cómo elaborar la ansiedad en un paisaje de pantallas?

Dirección: Manuel Molina (Egresado, FA UNC.IDH)
Responsable Producción: Manuel Molina (Egresado, FA UNC.IDH)
Responsable Comunicación: Eugenia Roldan (Docente FCC, UNC. IDH)
Responsable Técnica: Manuel Molina (Egresado, FA UNC.IDH)
Consultoría externa: María Victoria DAHBAR (Docente FCC, UNC. IDH)
Integrantes: Cuello Valentina Ruth, Gatica Victoria, Repetto María Inés, Serrano Melisa Daniela, Soteras Ana, Iparraguirre Diego, Boccanera Alenka, Bassi Lucía, Moisset Consuelo, Ramírez Jessica, Repetto Gerardo.
Palabras clave: Imagen-iconoclasia-ansiedad-pantallas
Eje de radicación: Afectividad, colectivos y resistencias
Espacio disciplinar: Artes Visuales

Contacto: mm88.molina@hotmail.com, eugeniaroldan@gmail.com

Descripción del proyecto:

Partimos de la intuición poético-teórica de que por superabundancia la imagen se vuelve inconsumible, esto es, por superposición de infinitas capas se configura un paisaje de pantallas que no cabe en ningún cuerpo. En este marco, el proyecto apunta a la producción colectiva de un gabinete iconoclasta. Si en el pasado el archivo funcionaba mediante la recolección de imágenes, ¿qué sería un archivo de algo que funciona sistemáticamente y cuyo objeto es “inmaterial” como lo es la imagen digital? (Groys, 2014). Pues no es más un archivo. Pero tampoco una colección criteriosa y cuidada de obras de arte visual. En ese sentido aludimos al recurso del gabinete de curiosidades, cuyo carácter lúdico y experimental nos aporta un abordaje intermedial, que aproxime “cosas anómalas” y ya no solo imágenes. Ahora bien, la materialidad de un gabinete iconoclasta representa un desafío creativo, porque la iconoclasia se ha movido contra la función mnemónica de la imagen y un gabinete insiste precisamente en aislar y conservar, aún en su contra-orden, entrelazando tiempos y materias divergentes.

Podemos pensar por ello tres modos de la iconoclasia: el primero, aquel de donde surge, esto es, como gesto físico de destrucción de imágenes materiales, plásticas y pictóricas (Brea, 2010); el segundo como procedimiento expansivo: el montaje en el cine de imágenes fotográficas y audiovisuales, con materiales sonoros y literarios (Schwarzböck, 2017; Roldán, 2022); y un tercero, como sistema tecnológico: es el estado actual de la imagen digital que por exceso (Steyerl, 2014), se vuelve sobre sí misma como autocancelación.

Este último modo de la iconoclasia abre la pregunta por los ojos desbordados de imágenes. Se habilita allí un marco de crítica de la iconoclasia que llamamos materialismo sensible, que permite rastrear la ansiedad como una estructura afectiva social en masa, que va desde los ojos fuera-de-sí hasta procesos subjetivos de miedo, aislamiento y angustia.

Si hoy el afecto predominante es el de la ansiedad: ¿Cómo se disponen los sentidos (en tanto que sensibilidad, sensualidad) en el estado psicosomático de la ansiedad? ¿Qué otros afectos provoca y por cuáles otros afectos es provocado? ¿Cómo elaborar la ansiedad en un paisaje de pantallas? La
iconoclasia unida a la ansiedad implica un cruce entre un modo de la crítica y el giro afectivo que subraya un tipo de sensibilidad desbancada de los afectos considerados por la política como “productivos” (Dahbar; Mattio, 2019).

Aperturas al públicos