Topografías marcadas en la piel


Topografías marcadas en la piel

Un proyecto de Mariana A. Torres
Trabajo Final de la Licenciatura en Pintura
Asesora: Susana Rocha

Inauguración: Miércoles 28 de junio, 19 hs.
Visitas: Hasta el 5 de julio. Lunes a miércoles 10 a 14hs, jueves y viernes, 15 a 18hs. 
 
Mediante una investigación centrada en el dispositivo piel como territorio donde se inscriben cualidades, se parte de la problemática de la piel como entidad individual y subjetiva que se transforma y se marca en su morfología debido a los cambios biológicos, sociológicos y culturales.

Se la extrae del ámbito privado para extrapolarla a la idea de un territorio social en un contexto cultural más amplio como el latinoamericano para generar hipótesis que permiten entender nuestra propia construcción como continente y la consecuencia de nuestra propia identidad. En esta investigación, se piensa nuestro continente latinoamericano como un territorio –piel, representación y síntesis de un cuerpo. Es así, que primero la piel es tomada como un espacio de reconocimiento y simbolización de un yo corpóreo, un yo-piel-continente, que deriva de las experiencias de nuestra superficie corporal. 

Toda esta indagación permite  la transferencia alegórica a artefacto artístico y se  llega  a la representación de  una  superficie  cerámica,  que se construye como tejido escrito y contenedor de las experiencias. En ella se dibujan escrituras cargadas de memoria con marcas y huellas a modo de encaje. La obra  “Topografías marcadas  en la piel”, se visibiliza y se materializa en el espacio como cerámicas tridimensionales que se construyen por una conjunción de piezas modeladas así como dibujos calados a modo de  celdas espaciales que generan un lenguaje de geometría orgánica. Se produce un diálogo entre el dibujo calado que recorre las formas modeladas tridimensionales para culminar la morfología de la obra enfatizándola a través del lenguaje del color. El cromatismo convive y por momentos pasa a esparcirse de forma  azarosa a un color cuidadosamente estudiado y trabajado, a matices reducidos llegando a un color monocromo donde  se acentúa la vibración del mismo.

Es en la materialidad del discurso que se  genera entre el calado, la forma y el color que la obra se afianza y se fortalece formando un lenguaje capaz de proponer distintas lecturas y generar una construcción  de  sentido particular en el observador.