Una mirada integral en la gráfica contemporánea

Reseña: Polímeros Biodegradables en la Gráfica Contemporánea.
11 al 22 de marzo, 2019. CePIA.
Por Carla Romagnoli (cbromagnoli@gmail.com).
Imágenes: Julia Barnes Gormaz y Paula Trimano (Equipo RDA-CePIA)

La exposición Polímeros Biodegradables en la Gráfica Contemporánea, organizada por la cátedra Procesos de Producción y análisis II: Grabado (Dpto Artes Visuales, Facultad de Artes UNC), tuvo como objetivo compartir con la comunidad educativa algunos de los avances en la investigación que llevan a cabo en torno al uso de polímeros, tanto orgánicos como sintéticos, para su aplicación en el arte gráfico. La muestra se complementó con una serie de conferencias. Además contó con la participación especial de Pablo Delfini como artista invitado.

El pasado 12 de marzo en la Sala de Exposiciones del CePIA, aconteció la muestra Polímeros orgánicos biodegradables en la Gráfica contemporánea. La misma estuvo compuesta por obras de los actuales integrantes del equipo de investigación: Angélica María Gadea, Mariela Raquel Almada, Laura Alejandra Lucero, Gabriel Bvde, María Fourcade, María Micaela Trocello y Celia Marco del Pont, más una serie de litografías en seco de Pablo Delfini.

A grandes rasgos, podría decirse que el diseño del montaje estuvo pensado a manera de “carpeta abierta”, dando cuenta de los diferentes procedimientos, técnicas  y sus múltiples aplicaciones en el campo de las artes gráficas que viene desarrollando la cátedra desde el año 2010. Así, se pudieron ver estampas en pequeño y mediano formato, diferentes texturas estampadas sobre papel, matrices de gelatina, plastilina escolar y offset, imágenes de carácter más fotográfico, con alta calidad en detalles, hasta otras más pictóricas o, incluso, dibujos.

Si bien a simple vista parecía que en la variedad de resultados plásticos no existía un hilo conductor que los uniera, lo cierto es que cada una de las líneas de investigación que el equipo trabaja tienen un punto en común: el uso de polímeros orgánicos y sintéticos. Esto responde no sólo a la inquietud por trabajar con materiales de menor toxicidad, sino también a la posibilidad de acceder a ellos. Muchas veces, quienes se dedican a producir obra gráfica –y, en general cualquiera que quiera producir obra, sea cual fuere el medio que utilice- se encuentran condicionados por un mercado que no provee a nivel local los productos necesarios o, de hacerlo, exceden cualquier presupuesto. Es por eso que, desde la cátedra, proponen una mirada integral de las prácticas artísticas, es decir, pensar la técnica en su contexto, buscar equivalentes, recurrir al reciclado o a la reutilización de la materia prima y crear las propias herramientas de trabajo con lo que se tiene a disposición.

A modo de reflexión personal, pienso que las búsquedas que giran en torno a la menor toxicidad en las prácticas artísticas son indisociables de las búsquedas de nuevos medios de producción. La imposibilidad de acceder a materiales habilita a buscar otras formas de hacer que sean más respetuosas con el medio ambiente y más económicas. A su vez, esta toma de posición permite enriquecer los discursos sobre el arte gráfico que en la actualidad se encuentra en amplio desarrollo.