Reseña: Presentación del libro “Producción de Largometraje” de Nicolás Batlle
Viernes 05 de agosto. Auditorio CePIA

Por Leonardo Corzo (leonardocorzo91@gmail.com)
Imágenes: Marco Buontempo

Es el que pone la plata. El que busca la plata. Es el que la consigue. Es el que hace realidad las cosas. El dueño del barco y de la compañía naviera. El titular de los derechos y las obligaciones relativas a una película. Aquel que encuentra alivio pero nunca alcanza la felicidad. El productor audiovisual es definido y caracterizado de muchas y variadas formas sin que ninguna represente la total complejidad de su existencia. 

Nicolás Batlle, un ejemplar de esta particular especie, productor de premiados documentales como Rerum Novarum (2001- Cóndor de Plata Mejor documental argentino) y Mundo Alas, co-dirigido y protagonizado por León Gieco (2009), y de largometrajes ficcionales como Wakolda (2013), dirigido por Lucía Puenzo (Selección Oficial Un Certain Regard, Cannes) y El Patrón, Radiografía de un Crimen (Mejor Opera Prima de ficción en el Festival de Cine de Guadalajara, México), entre otras obras, se hizo avistar en el auditorio del CePIA el pasado viernes 05 de Agosto presentando su libro “Producción de Largometraje”.  

La obra de Batlle reúne 10 años de experiencia dando clases y seminarios en Argentina y Latinoamerica y mas de 15 años de práctica en la producción de cine. Es una escritura sin extravíos de vuelo literario, que apunta con firmeza a las ideas concretas. Página tras página el libro desarrolla un resumen sistemático de las dificultades y desafíos que encontrará cualquier productor que se enfrente a la tarea de producir y comercializar una película. La propuesta es una herramienta que sirva como guía de consulta para el trabajo de productores noveles, como así también para el de aquellos iniciados que ya cuentan con una trayectoria a cuestas. 

El dinero es dinero

“Si a los 20 minutos de hablar de cine, no estamos hablando de dinero, no estamos hablando de cine” decía el eminente productor y director Orson Welles. Siguiendo esa misma lógica podría decirse que si al cuarto párrafo de leer acerca de cine no estamos leyendo sobre dinero, entonces no estamos leyendo sobre cine. Nicolás Batlle nos recomienda “No tengamos miedo de hablar de la plata”. La administración de los recursos está presente desde los primeros pasos de la idea misma de hacer una película y es un factor obligado que tiene que manejarse con tanta creatividad como se manejan las variantes del guión, la dirección y el resto de las áreas. 

En un primer momento hay que conseguir la plata para hacer la película. Cuando tenemos la plata hay que manejarla para que la película pueda completarse. Una vez que la película está lista la idea es recuperar el dinero puesto en ella y generar ganancias a través de su exhibición y distribución. Al menos ese es el recorrido ideal con el que sueña todo productor, por más que al despertarse se enfrente cara a cara con una realidad a veces cruda y nunca tan amable y simplificada. No hay razón sin embargo para acercarse a la producción audiovisual con reticencia. Cuando se definen con claridad los objetivos y se logra imponer un esquema sobre el caos, la producción audiovisual se abre como un conjunto de procesos estructurados al orden de la concreción de las ideas. 

La elaboración de presupuestos, el armado de carpetas de desarrollo de proyectos para solicitar financiamiento, el manejo de las presentaciones orales y las situaciones de venta, las estipulaciones de los fondos de fomento, el funcionamiento de los festivales cinematográficos y las posibilidades de comercialización y distribución en mercados extranjeros son solo algunos de los fenómenos sobre los que el productor deberá extender su mano firme e intrépida. Todos estos momentos y el resto de los que componen las tareas de un productor audiovisual están recogidos en el libro de Nicolás Batlle, dispuestos y organizados de forma cronológica para la consulta oportuna. No menos destacable es la incorporación de un anexo con ejemplos de tablas de administración de presupuestos, formularios y documentos diversos que todo productor en aras de profesionalizar sus prácticas necesitará eventualmente. 

Los tiempos actuales nos encuentran en un proceso dinámico en el que se están transformando favorablemente las condiciones para la realización audiovisual. Con las herramientas más al alcance de la mano, una visión amplia y clara sobre el terreno y la vibración constante y creciente del mundo de las ideas, el momento es perfecto, no hay excusas para no hacer películas. Nunca las hubo si se entiende que las excusas son solo eso. Lo único que queda es salir a la calle y aunar los esfuerzos en torno a una idea que se sienta obligada a irrumpir en el mundo.